“La mediación es cada vez más importante en un divorcio, porque la vía judicial suele ser una guerra”

Pilar Vilella, profesora del Máster Universitario en el Ejercicio de la Abogacía, explica las ventajas de la mediación y sus ámbitos de actuación. También cuenta cómo su experiencia personal le vale para impartir sus clases en UNIR.

Cada día, más de 267 parejas españolas deciden divorciarse o separarse. En concreto, las demandas de disolución matrimonial presentadas en el año 2021 sumaron un total de 97.499, según datos del Consejo General del Poder Judicial. Desglosando el total, se presentaron 57.168 demandas de divorcio consensuado (un 4% más que en 2020); 36.377 de divorcio contencioso; 2.687 de separaciones consensuadas y 1.187 separaciones contenciosas. Detrás de todas estas cifras hay personas, cada cual con su historia, problemas y circunstancias. Si además se añaden hijos menores, poner fin a una relación puede complicarse y acabar judicializándose más de lo esperado.

En casos de separación o divorcio, la mediación surge como una alternativa de resolución que evita acudir a los juzgados, además de un ahorro de tiempo y dinero. Este procedimiento, que debe ser voluntario y flexible, se va implantando poco a poco en España, aunque, de momento, no sea lo habitual en nuestro país.

Para profundizar sobre esta temática hablamos con Pilar Vilella, periodista, abogada especializada en derecho civil y de familia y docente del Máster Universitario en el Ejercicio de la Abogacía. Una de las asignaturas que imparte, precisamente, es la de Tutela Jurisdiccional y Resolución Extrajudicial de Conflictos.

¿Qué tiene de especial el derecho de familia?

Me atrevo a decir que la familia es lo más importante que tenemos, por eso hay que cuidarla y protegerla. Me gusta pensar que el divorcio no es el fin de la familia, sino una forma diferente de serlo. Hay mucho que aprender de esta nueva etapa, del postdivorcio, y ayudar en el proceso es muy importante. Muchas veces como un apoyo emocional y un sustento más allá del asesoramiento jurídico, que es totalmente necesario.

Mediación

¿Por qué le motiva tanto?

Me siento muy cómoda tratando con personas y viendo cómo nuestro trabajo puede ayudarles. En este sentido, el abogado de familia cumple un papel fundamental como consejero y muchos de nuestros clientes hacen caso a lo que nosotros les decimos. Si el abogado le repite continuamente que lo más importante de todo es que sus hijos sean felices, son capaces de tomar decisiones centradas en este objetivo por encima de otras cuestiones.

Dentro de esos procesos de divorcio o separación ejerce un papel fundamental como mediadora, ¿en qué consiste?

Lo fundamental es encontrar una solución equilibrada entre las partes antes de iniciar la vía judicial, que en la mayoría de los casos se convierte en una guerra. La recomiendo fehacientemente cuando hay niños implicados porque, sin duda alguna, son los más afectados en estos procesos. La vía judicial siempre está abierta, por lo que no podemos dejar de intentar antes la vía consensuada.

La mediación se va implantando poco a poco en España. ¿Cuáles serían los retos de cara al futuro?

Uno de los retos básicos es la implantación de estas enseñanzas en los planes de estudio de las universidades. No como algo complementario, sino como una parte fundamental de la formación.

La mediación es el presente, más después de la terrible crisis que hemos vivido, la cual ha incrementado el atasco judicial que ya veníamos sufriendo. Hay casos no mediables, no debemos ser ingenuos, pero en otros —con una buena dirección de los letrados y una buena comunicación— se pueden lograr muchos acuerdos.

¿A qué tipo de casos se enfrenta?

Principalmente he llevado casos relacionados con la familia, concretamente sobre el modo de configurar el régimen de guarda y custodia. La mediación también es muy útil en conflictos familiares derivados de herencias, entre hermanos e incluso en comunidades de vecinos. Salvo algunas excepciones, la mediación se puede aplicar a casi cualquier conflicto.

“No debemos dejar de estudiar jamás, la formación es la excelencia del profesional”

Pilar Vilella es abogada (tiene despacho propio, además de ser profesora en UNIR y miembro de la junta de la Agrupación de Jóvenes Abogados (AJA) de Madrid), pero antes de orientar su vida profesional al ámbito del derecho estudió Periodismo. ¿De qué manera le ayudó?

Creo que una parte fundamental de nuestro trabajo es saber comunicar, en todos los sentidos; escribir correctamente, captar la atención de la persona que te está leyendo. Pero también, como no, la oratoria en sala o con los compañeros. Además de lo que me han enseñado en la carrera de Periodismo, me encanta aprender de los compañeros; en este sentido, tanto sobre lo qué hacer como sobre lo que no.

¿Qué ha aprendido de la experiencia?

Dos cosas: que siempre puede cambiarse el rumbo profesional y que el saber no ocupa lugar. Todo lo que sea aprender, suma siempre. No debemos dejar de estudiar jamás, la formación es la excelencia del profesional. De hecho, no descarto en unos años continuar formándome a nivel formal, estudiar algún máster sobre alguna materia que me llame la atención…

Mediación

El emprendimiento también forma parte de su andadura profesional ya que cuenta con su propio despacho. Desde UNIR, siempre animamos a hacerlo. ¿Cómo surgió la iniciativa y cuál ha sido su experiencia?

Primero trabajé en un despacho grande y me di cuenta de que no era para mí. Después me incorporé a un despacho unipersonal, donde aprendí muchísimo; de hecho, sigo colaborando con la socia, que además de mentora, se ha convertido en una gran amiga. Me sentí muy cómoda trabajando en este formato, que me permite continuar con otros proyectos, trabajar en UNIR y también, y no menos importante, dedicar tiempo a la vida personal.

¿Animaría a más personas a hacerlo?

Sin dudarlo. Emprender tiene pros y contras. Uno de los inconvenientes es la incertidumbre económica, pero también aporta una gran libertad de organización. Trabajar para uno mismo es altamente satisfactorio.

Además, también forma parte de la junta de Asociación de Jóvenes Abogados (AJA) Madrid. ¿Qué aporta la AJA a los nuevos profesionales?

AJA es un apoyo fundamental en los primeros años de ejercicio, en los que estamos perdidos y no sabemos muy bien qué hacer, cómo conseguir contactos, resolver dudas…

AJA es como una familia dentro de la profesión. Además, es una manera de acercarse al colegio profesional. Desde AJA Madrid, por ejemplo, se ofrece formación complementaria y de calidad a los miembros. No solamente eso, sino que fomentamos lo máximo posible el networking, que es una excelente manera de poner en contacto a compañeros.

Usted imparte asignaturas en el Grado en Derecho y el Máster de Acceso a la Abogacía. ¿Cómo ayuda su propia experiencia en las clases?

Intento siempre ilustrar las lecciones con casos reales y experiencias propias. Especialmente en el máster, ya que las asignaturas son muchísimo más prácticas. Por ejemplo, una de mis materias favoritas es la de Tutela Jurisdiccional y Resolución Extrajudicial de Conflictos. En ella podemos ver las ventajas que tiene solucionar determinados conflictos sin acudir a los tribunales. Las nuevas generaciones se muestran muchísimo más abiertas a aplicar estas prácticas. De hecho, cuando yo estudié apenas se oía hablar de la mediación, y eso que no soy tan mayor…

Y bueno, en el resto de las asignaturas que son más teóricas, como Derecho Civil, intento impartirlas de una manera un poco amena, porque si te gusta la asignatura, entiendo que a los estudiantes se les puede “hacer bola”. Y el derecho civil es la base de absolutamente todo lo demás.

¿Qué consejos les da a sus estudiantes para preparar el examen de acceso a la abogacía?

Es un examen muy importante, sin ninguna duda. Creo que quienes estudian en UNIR están sobradamente preparados para afrontarlo. Además, gran parte del temario se repasa con exámenes tipo test para que practiquen antes del final.

Creo que lo fundamental es la tranquilidad. Si van con serenidad y confianza en ellos mismos al examen, tienen una gran parte ganada.

Si crees que cumples con el perfil del que habla Pilar Vilella y quieres especializarte en mediación puedes hacerlo con el Máster online de Mediación de UNIR. Te animamos a que primero te prepares para el examen de acceso a la abogacía con el Máster en Ejercicio de la Abogacía.